BIOGRAFIA DE WARREN BUFFETT
BIOGRAFIA DE WARREN BUFFETT
Warren Buffett nació en Omaha, Nebraska, el 30 de agosto de 1930. Curiosamente, su nacimiento tuvo lugar durante los inicios de la Gran Depresión, siendo concebido poco después del famoso Crac del 29.
Al año siguiente de su nacimiento, su padre, que trabajaba como corredor de bolsa, perdió su empleo y sus ahorros se habían esfumado. Los primeros seis años de la vida de Warren le afectaron mucho, debido a la falta de dinero. Sin embargo, esta situación le motivó a querer ser rico, y no había día en su infancia que no imaginara el momento de serlo. Afortunadamente, a esa misma edad, la familia Buffett comenzó a vivir mejor.
El Oráculo de Omaha fue el segundo hijo de tres, y el único varón. Su padre fue una gran influencia para él, pues le enseñó el mundo de la Bolsa, aunque no compartía la misma pasión que el pequeño Warren sobre los números y hacer dinero. Esto sería una constante en los años de la infancia de Buffett, ya que era un emprendedor nato. Cuando tenía cinco años, vendía chicles en su vecindario. Después de ello, comenzó a vender limonada, pero esta vez en la calle de uno de sus mejores amigos, ya que ésta tenía más tráfico peatonal. Durante los veranos, él y su amigo Russell trabajaban cargando palos de golf, cobrando 3$ al día.
A los diez años comenzó a seguir los precios de las cotizaciones por su cuenta en su casa. A los once, hizo su primera inversión en Bolsa, la compra de tres acciones preferentes de Cities Service Company para él y tres para su hermana, a un precio de US$38 por acción. La acción cayó a US$27 y luego subió a US$40, donde Warren vendió e hizo su primer beneficio. Poco después la cotización llegó a US$200. En esta operación aprendió una valiosa lección sobre la importancia de la paciencia a la hora de invertir para no vender antes de tiempo.
En 1942 y después de cerrar su firma de corretaje, el padre de Warren decidió dedicarse a la política, logrando ganar unas elecciones como congresista por el Partido Republicano. La familia Buffett tenía que mudarse a Washington, pero el pequeño Warren no estaba nada contento. No tenía nada que hacer allá. Durante su corta estadía en Washington, realizó su primera declaración tributaria, a la edad de trece años. Comenzó repartiendo el Washington Post, para después ser repartidor de otros periódicos competidores. Decía que, si un ciudadano no estaba contento con el Washington Post, se iría con la competencia más cercana. Con el negocio de las rutas de repartición, logró ingresar US$175 mensuales, ahorrando todo. A la edad de catorce, invirtió US$1,200 en acres de tierra de cultivo en Nebraska. Después de un tiempo de vivir en la capital del país de las barras y las estrellas, decidió regresarse a Omaha a vivir con su abuelo. Además de terminar la escuela, Warren trabajaba en la tienda del abuelo Buffett. Tampoco le agradaba mucho, pero respetaba mucho la ética y el trabajo duro de su abuelo.
Antes de ingresar a la universidad, junto con un amigo, establecieron una máquina de pinball en una barbería. Al mes tenían tres máquinas en diferentes barberías, para luego pasar a siete. Ganaban US$50 semanales. Y si alguna de las máquinas se descomponía, el amigo de Warren las reparaba. Además de su negocio próspero, se dedicaba a leer las tablas cotizaciones de las acciones. Ya estaba pensando en cursar una carrera en inversiones. Su pasión era tanta, que realizó un corto en AT&T, por el simple hecho de que sus profesores poseían acciones de la compañía telefónica.
Al graduarse, su padre le recomendó aplicar para The Wharton School. Buffett no quería, ya que ganaba mucho con su negocio de las rutas de repartición y de las máquinas de pinball. Sin embargo, al final hizo caso a su padre, aplicando para esta universidad y vendiendo sus negocios. No obstante, su estadía en Wharton fue un fracaso, ya que sentía que sus profesores no podían enseñarle más sobre inversiones, por lo que prefirió pasar todo el tiempo en firmas de corretaje siguiendo de cerca diversas acciones.
No era un alumno sociable, ni siquiera en las fiestas, donde la mayoría de chicos se divertía con alcohol y chicas, Warren prefería entretener a los demás mediante charlas de inversiones y economía. A los dos años decide abandonar Wharton y regresar a Omaha, matriculándose en la Universidad de Nebraska.
El alumno privilegiado de Benjamin Graham
Intentó realizar su MBA en la Escuela de Negocios de Harvard, pero fue rechazado. Luego mediante un amigo, se dio cuenta que Benjamin Graham enseñaba en la Universidad de Columbia. Buffett ya estaba familiarizado con él, pues recientemente había aprendido los fundamentos del value investing a través de su libro El Inversor Inteligente, la obra más popular de Graham. Warren estaba muy entusiasmado ya que iba a aprender directamente del padre del value investing.
Fue el más joven de su clase con Graham. Era muy participativo, entusiasta y siempre tenía algo que decir, a diferencia de los otros alumnos. Era el alumno prodigio de Graham, llevándolo a ser el único alumno al que Ben otorgó un A+, la máxima calificación posible. Gracias a las enseñanzas de Ben, Warren pudo conocer a otros inversores value legendarios, como Walter Schloss -quien trabajaba con Graham-, Tom Knapp -fundador de la firma value Tweedy, Browne y William Ruane – fundador del actual Sequoia Fund-. Ambos aprendices de Graham.
Cuando Buffett se graduó de su MBA en 1951, tanto su mentor como su padre le recomendaron no meterse a la inversión en Bolsa, pero Warren quería trabajar gratis con Ben, este último rechazándolo por no ser judío. Triste por la decisión de su mentor, Warren regresó a Omaha para comenzar una nueva aventura: la conquista de su futura compañera de vida.
Enamorado de Susie Thompson, Warren comenzó a intentar conquistarla. Sin éxito, ya que el interés por él era nulo, decidió mejor conquistar a su futuro suegro. Después de un año, logró seducirla y se casaron. La pareja estaba lista para iniciar una familia.
Buffett trabajó en la nueva firma de corretaje de su padre, donde endía recomendaciones de acciones. No estaba feliz con su trabajo, ya que no era un gran vendedor y su verdadera pasión estaba en el análisis.
A pesar de ello, el joven Warren decidió inscribirse en un curso para poder hablar en público, curso impartido por Dale Carnegie, un reconocido autor y orador sobre autoayuda. Actualmente, Warren mantiene el diploma del curso en los pasillos de las oficinas corporativas de Berkshire, ya que para él tiene mucha más importancia que sus diplomas universitarios.
BUEN TRABAJO
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